miércoles, 24 de junio de 2015

El primer error de los músicos

A continuación veremos que error fundamental cometemos o cometimos la mayoría de los músicos

El primer error que solemos cometer los músicos, es intentar tocar nuestro instrumento como lo hace aquel otro. Ya sea la banda que "mamamos" desde chicos, esa persona que despertó nuestro interés por la música o simplemente aquella banda o solista que tiene éxito y que deseamos "ser" parecidos para lograr nuestro propio éxito.


En ese instante es donde debemos realizarnos verdaderas preguntas e ir hacia atrás en nuestra escala de tiempo.

¿Qué fue realmente lo que nos hizo acercarnos al mundo de la música como músicos y no solo como oyentes?



Generalmente la primera respuesta que encontramos es: Porque me gusta... Pero si "revolvemos" un poco mas, hay cientos de respuestas que podemos llegar a encontrar, tanto desde la carencia como desde la abundancia.

Algunas de éstas pueden ser:


  • Porque me gustaría vivir de la música.
  • Porque quiero alimentar mi lado artístico.
  • Porque sueño con el éxito.
  • Porque quiero crear nuevos sonidos.
  • Porque estoy en contra del mundo capitalista en que vivimos.
  • Porque quiero ganar dinero haciendo música.
  • Porque quiero que me vean y me presten atención.
  • Porque quiero ser un referente.
  • Porque me hace bien.


Pero si ésta pregunta se la hacemos a un músico niño, cual crees que podría ser su respuesta?

Es divertido! o algo similar.  



Ahora recordemos esos momentos cuando agarramos nuestro instrumento con la mente en blanco, empezamos a tocar y nos encontramos jugando y viviendo un instante de plenitud, de sensibilidad y de placer, en donde no existe el tiempo ni el espacio... ¿Que nos está pasando?

En primer lugar todas las respuestas posibles del punto anterior, se desvanecen, se esfuman y no existen.
Por otro lado, ahí estamos nosotros. En ese momento, (mas allá de la técnica, del instrumento que utilicemos en sí, de lo "bueno", de lo "malo", de lo "atractivo" o no "atractivo") estamos siendo verdaderos músicos. Estamos explotando al máximo nuestras virtudes que vienen de un lugar único e irrepetible, desde el Ser y no desde el hacer. Teniendo en cuenta que la práctica, dedicación  y constancia son la raíz de todo crecimiento.



En síntesis: El músico, ya sea amateur o profesional, es verdadero cuando su música es el resultado de lo que está viviendo y no solo hacer "música" donde el único fin es el aplauso del oyente y el bolsillo propio.

Un profesional de la música es aquel músico que expresas sus verdaderos sentimientos y emociones en profundidad y el oyente paga para descubrir y vivenciar lo mas íntimo de ese mensaje.

A continuación, un verdadero músico en su estado natural.

Su aviso del estado de su garganta es solo un aviso, no una excusa.